Formentera, está situada al sur de la isla de Ibiza, es la isla habitada más pequeña de las Baleares. A pesar de tratarse de una isla pequeña, su forma recortada hace que tenga una gran extensión de costa (69 km2).
Al desembarcar en Formentera respiraremos ese aire de tranquilidad que la caracteriza y hace de ella un lugar diferente. Sus aguas turquesas son únicas por su transparencia y evocan latitudes tropicales.
Esto se debe a la presencia de la pradera de Posidonia oceánica más grande del Mediterráneo, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
La isla de Formentera es pequeña, pero accesible y cómoda. Se puede recorrer en su mayor parte en bicicleta, por sus caminos verdes, sus bosques de pinos y sabinas, sus salinas y por su interior rural. Destacan su gran belleza medioambiental y su paisaje, aún salvaje, de dunas y playas, que se conservan en excelente estado.